martes, 18 de noviembre de 2014

Cartas de Lectores


REPRESIÓN Y REPRESORES
 
 
Estimado señor Antonio Caponnetto:
 
En estos dos meses, octubre y noviembre, año 2014, he enviado dos cartas, una a “Clarín”, otra a “La Nación”, con el mismo título: “¿Que hará el gobierno?”, que no merecieron ser publicadas, a pesar de mis pedidos al respecto.
 
Yo soy inmigrante esloveno y fui el 27 de mayo del año 1945 (ya terminada la segunda guerra mundial) como integrante del Ejercito Anticomunista Esloveno, engañado, traicionado y entregado a las tropas titoístas por los supuestos aliados británicos, que entonces ocupaban la región Carinthia de Austrisa. Aquella traición significó una exterminación brutal, ya que casi todos los integrantes de ese Ejército voluntario anticomunista fueron masacrados, la mayoría en el mes de junio de ese año, en los bosques eslovenos, y tirados a las cavernas subterráneas o sepultados, algunos vivos, en las minas abandonadas.
 
Hoy día, en la República de Eslovenia están registrados ya más de 600 lugares de estas matanzas masivas, cometidas por los rojos. Sí, por los ROJOS.
 
Con lo dicho entenderá mi reacción irónica frente a los así llamados represores, de distinta proveniencia y de distintas épocas, en mi querida tierra adoptada. Y que da lugar para reírse de esos famosos defensores de la democracia, entre los cuales pretenden encontrarse, si bien cabizbajos y achicados, los dueños de “Clarín” y de “La Nación”.
 
Reciba mis saludos muy atentos.

Albín Magister
 
Pdta: Abajo va la carta.
 
 
En el “Clarín” del día de hoy, 25 de octubre de 2014, página 3, y en la columna “Semáforo” de Gonzalo Abascal, leí bajo el título “Represión para todos”, una noticia, que últimamente se repite, y nos informa de “la represión con palos y gases”, por la policía, a integrantes de una cooperativa y que parece coincidir esta actitud de la policía con la opinión del secretario de seguridad, señor Sergio Berni. Al respecto me permito, con la seguridad de ver impresa mi opinión en este diario, hacer una pregunta a las AUTORIDADES: ¿qué piensan hacer con estos REPRESORES evidentemente infiltrados en la policía? ¿Es que no aprendieron nada de las épocas pasadas? Y algo más: me permito recomendar a la dirección de “Clarín”, o a alguno de sus periodistas, que se expresen al respecto.
¡Saludo atentamente!
Albín Magister
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace lo que me parece siglos venía a mi casa de cuando en cuando un señor alto, desgarbado, pero muy fuerte y que era veterinario aunque sin título. En aquella +epoca en el campo nadie andaba con papeles y Stanislav, así se llamaba, curaba y esa era su mejor presentación.Le decían "el polaco" pero era esloveno y cristiano, exhibiendo una gruesa cruz colgada de su cuello, con un Jesús gastado según el, por refregarlo desesperadamente durante la segunda guerra en momentos de grave peligro.Un atardecer, antes de partir en una especie de moto.bicicleta, hizo referencia a esa barbarie de la soldadesca rusa a que alude seguramente el señor Magister y se concentró en un relato escalofriante.
Quedaamos todos de una pieza y en sus proximas apariciones yo lo miraba de otra manera, pues allá donde aquello sucedía, a orillas del rió de los pájaros en Santo Tomé, Europa parecía demasiado lejana y ya se me antojaba, tenebrosa.
PACO LALANDA