domingo, 12 de febrero de 2012

Informes, parte 2

EL ORO QUE PERDIMOS
(PARTE FINAL)
   
  
De tales incentivos, quizás el más ridículo es el citado de 3% de regalías del valor del mineral extraído en boca de mina. Primero, porque  nadie controla en boca de mina el quantum del mineral. Y segundo, que con todos los reintegros que reciben, el porcentaje de regalía queda anulado, y el Estado termina en deudor.
  
O sea: cuanto más se vende, más se debe. Esa es la tesis general de Javier Rodríguez Pardo: cuantos más yacimientos se explotan, más dinero se pierde.
  
  
6. MÁS VENTAS, MÁS DEUDAS
  
La tesis citada se explicita de esta forma. Primero, en términos generales:
  
“Las empresas transnacionales que se dedican a la extracción —beneficiadas con leyes que las excluyen del rigor impositivo vigente— (…) Las monedas que obtiene el país (tres por ciento de canon), se diluyen al restar los compromisos que le restituyen al inversionista todos sus costos operativos e impuestos a las ganancias”.
  
Después lo desciende al caso de Veladero:
  
“Veladero dejaría escasos ciento cincuenta millones al cabo de veinte años, pero al pagarle la «línea minera», ese dinero y mucho más, retorna a las arcas de Barrick Gold”.
  
Y concluye el tratamiento de la cuestión de las ganancias, exponiendo en primer lugar lo siguiente:
  
“¿Para quién es el negocio de la Gran Minería? (…) Por cada cien dólares que obtienen pagan un promedio de 4,20 de regalías, una vez descontados sus costos de producción. En los primeros cinco años de explotación (…) salen del país veinticinco mil millones de dólares y sólo pagarán regalías a las provincias trescientos noventa millones de dólares, pero la Nación deberá reintegrarles mil doscientos cincuenta millones de dólares en concepto de reembolsos por explotaciones no tradicionales, con lo que perderemos en cinco años ochocientos setenta millones de dólares, además de los recursos naturales que se llevan y el pasivo ambiental que nos dejan”.
  
En cinco años, ochocientos setenta millones de dólares de pérdida. Por lógica, en diez años se convertirían en 1.740 millones de dólares, y en treinta años en 5.220 millones de dólares. ¡Menos mal que la concesión se hizo por un período de treinta años, que de haber sido más tiempo no habría alcanzado el activo del Presupuesto Nacional para enjugar esas deudas! ¡Lindo negocio!
  
Agrega Rodríguez Pardo que el caso de Veladero: “Es sólo el comienzo de los casi setecientos núcleos metalíferos en los Andes Argentinos a punto de ser volados a cielo abierto y con la devastadora sopa que provee la industria química. Cuántos más yacimientos se explotan más dinero pierde Argentina. El de las mineras es el único régimen de excepción en el que IVA se devuelve en setenta días y el combustible líquido no paga impuestos permitiéndoles abonar $ 0,50 el litro de gasoil (agosto 2004). Así como están exentas del impuesto al cheque, tampoco están obligadas a liquidar las divisas en el país. Y sólo generan un puesto de trabajo por cada millón de dólares que invierten” (op. cit., págs. 8, 57, 83, 84).
  
El Estado argentino habrá perdido dinero, pero las empresas mineras el año pasado concretaron exportaciones por valor de cuatro mil millones de dólares (“La Nación”, Bs. As., 27 de octubre de 2011, sec. 2, pág. 1). Esa es la fortuna que regalamos; la riqueza que perdimos, en tanto que donantes (involuntarios).
  
  
7. LOS DONATARIOS
  
Se ha hablado hasta aquí de tres empresas mineras. Empero, conforme al estudio de Javier y Lázaro Llorens, las acciones de esas compañías se hallan en poder de los más grandes carteles financieros internacionales.  Entre otros, se encuentran: “The Capital Group”, de la Corporación Rockefeller, quien detenta el 18% de las acciones de Barrick Gold; el Bank of Americas, de la misma corporación, y el banco Barclays, sociedad inglesa a la cual el Presidente Kirchner le encargó la tramitación de la gestión sobre la deuda externa argentina, y que está relacionada con petroleras malvineras. Datos consignados en: “J3 Information Services Group- J3SG” (Llorens, Javier y Lázaro: “La Gran Mafia del Oro. ¿Quiénes están detrás del oro y la plata de Argentina?”, en: “Foro Ambiental Capital”, www.13 sq.com).
  
Esta gente es la que en nuestro libro llamamos “la madre del borrego”. Entre todas esas financieras reúnen un capital de 93.300 millones de dólares. Cifra interesante a la hora de los “retornos” a los gobernantes.
  
Un socio minoritario es un “argentino”, digamos. Se trata de Eduardo Elsztain, acerca del cual Miguel Bonasso acaba de escribir que es “tesorero del Congreso Judío Mundial, donde lo nombró su amigo y socio Edgar Bronfman, vinculado a los Rothschild, los Rockefeller y Munk. Elsztain, que es dueño de Irsa, propietario del Banco Hipotecario y de gran parte de la soja nacional, está incursionando en la minería aurífera y en los medios de comunicación” (op. cit., pág. 319).
  
No obstante, el gran socio y CEO de Barrick, es Mr. Peter Munk. Personalidad sobre la que cabe decir una palabra. Hugo Alconada Mon lo ha llamado “el polémico rey Midas de los negocios mineros”. Enunciando que se trata de un:
  
“Hijo de judíos húngaros que negociaron su libertad a través de Adolph Eichmann, interlocutor asiduo de la presidenta Kirchner y de otros muchos jefes de Estado, hoy Munk se mueve como anfitrión de las cúspides del poder mundial mientras forja negocios con socios de prontuario por lo menos dudoso… Nacido en Budapest, en 1927, hijo y nieto de millonarios húngaros… Tras la guerra, Munk viajó a Canadá. Se recibió de ingeniero en la Universidad de Toronto… De aquellos tiempos (1997) es su vínculo con el empresario argentino Santiago Soldati… Y en los negocios, unió fuerzas con Nathaniel Rothschild, el nuevo mascarón de proa de la legendaria familia” (“La Nación”, Bs. As., 6 de noviembre de 2011, sección 6, pág. 6. Un director local de la Barrick, mediante una carta de lector, cuestionó los datos del articulista, quien fue defendido por la Redacción del periódico “La Nación”, Bs. As., 13 de noviembre de 2011, pág. 28).
  
Otro aspecto de la personalidad del Presidente de la Junta Directiva de la Barrick es su pertenencia al WWF, Word Wild for Nature, una ONG, que según Javier Rodríguez Pardo es una “organización para el saqueo de los bienes comunes disfrazada de ambientalista” (op. cit., pág. 126), y que Miguel Bonasso la define como “un vehículo de la inteligencia británica” (op. cit., págs. 109, 110). El mayor mérito de Munk es el de ser miembro del “Club 1001” o “Club de la Isla”, cofradía masónica presidida por el Duque de Edimburgo, príncipe consorte de la Corona de Gran Bretaña (Javier Rodríguez Pardo, op. cit., pág. 311). Su trayectoria es similar a la de George Soros, otro judío húngaro bimillonario, benefactor del Instituto de Tecnología de la Universidad de Israel.  Amigos ambos del Presidente del Council of the Americas, David Rockefeller. En la Barrick tiene por acólitos a Kelvin Dushnisky, vicepresidente, y Aaron Regent, director ejecutivo (para el mundo hispano, ellos emplean a José María Aznar).
  
En síntesis la ficha biográfica de Peter Munk es la siguiente: judío, masón, socio de Rothschild, Rockefeller y Soros.
  
Ese es el sujeto que mantuvo dos entrevistas con la Presidente Cristina Fernández de Kirchner, una en Buenos Aires, el 14 de abril de 2009, y la otra en Toronto, el 26 de junio de 2010. Antes, en noviembre del 2008, la Presidente había vetado la Ley de Protección de los Glaciares.
  
He ahí las características del principal donatario de la riqueza aurífera argentina.
  
  
8.  COLOFÓN
  
Como sabemos que los empleados de la filial de la Barrick en Buenos Aires se dedican a desmentir a quienes impugnan a la megaminera, de propósito hemos evitado usar calificativos —además de por aquello que dijera Paul Valéry, sobre que la abundancia de adjetivos subraya la ausencia de sustantivos—. Acá no hay más que datos, números. El lector sabrá juzgar por sí mismo. Y, luego, ver si a la Argentina del 2011 es aplicable el carácter de objeto del “imperialismo internacional del dinero”, que dijera S.S. Pío XI.
   
Enrique Díaz Araujo
  

1 comentario:

Anónimo dijo...

un católico, tal vez muy piadoso él, que tiene algo que ver en la política de Mendoza, me dijo que “la mineras vienen lo mismo … tenemos una prostituta y la opción es ver a qué precio la vendemos”

y sí, mendocino! (con todo lo que significó Mza. Para la historia de nuestro país) y católico! (polifacético: porque también dice ser “K” como tantos en esta pcia.)
Están en una posición, como tantos, en la que ven al enemigo y entonces bajan los brazos.
Quienes no bajamos los brazos no confiamos en nuestra fuerza, en nuestra inteligencia, en nuestra capacidad física, económica, social, etc. Sino que todo se lo confiamos a Dios.
En esto, nuestra obligación es la LUCHA, nuestra esperanza está en Dios (no en politicuchos)

Escuché alguna vez a don Antonio “Dios proveerá al caudillo” y surgen de bajo de cada piedrita que una vez fue montaña. Estemos atentos, prontos y con nuestras lámparas listas.
Gracias don Díaz Araujo. Saludos en Cristo a ud. y a todos los “blogeros”
Andrea