martes, 11 de octubre de 2011

Mirando pasar los hechos

DE LA VIUDA NEGRA
Y OTROS INSECTOS
  
  
CLETO DIXIT: “ME VA A EXTRAÑAR”
  
¡Se ha formado una pareja! Resonó la exclamación junto a la alcoba palaciega, como en el viejo programa de Roberto Galán con enlaces televisivos. Realmente la viuda negra se pasó, comentaban admiradas las comadres ante el sorpresivo enredamiento del talismán. Ni remotamente, jamás monarca alguno hizo alarde de soberanía semejante. Y gracias a esto, la corte puede celebrar alborozada la reconciliación de la democracia con la monocracia perpetua.
  
Verdaderamente es hora de tributarle homenaje a la arácnida patronal. Tanto por sus ojos atentos a los estímulos y acechanzas, como por sus redes sutiles o su deslizamiento silente para capturar la mejor presa sin el menor desgaste ni alboroto. Con la particularidad de suplir la distinción ausente en la especie, apreciando en cambio las vibraciones rockeras; gallardía imbatible en la selección de parejas gobernantes.
  
Sobre todo en las actuales circunstancias que, como siempre, están exigiendo ajustes sincopados para mantener los frutos del modelo. Sin provisión de televisores a viejos cegatos, sin milanesas desde el Mercado Central, sin habitáculos para súbditos destinados a la intemperie. ¿Quién podría hacerlo mejor que el elegido por la Viuda Negra? ¿Quién pudiera igualar la maestría marplatense del CEMA, del boliche o del basural? Para guitarrear sobre cualquier cosa, siempre exento de prejuicios y de juicios; para catar vinos en parrandas licenciosas sin perder la prestancia al abrazarse con barrabravas ferroviarios… O tener la agilidad para salir del paso —con filial apoyo a la madrastra sospechosa— despreciando “la pavada” de los setecientos millones y pico birlados a pobres de solemnidad excluidos del Indec. ¿O puede olvidarse su juvenil incursión por los laberintos de la ANSES?… frenando jubilaciones improductivas y engullendo las preteridas AFJP, cuyos egoístas caudales se transmutaron en generosos desahogos presidenciales. Ahora por fin, seguramente su empuje concretará el sueño primigenio del Tren Bala y la excursión turística de Tutankamón…
  
ESPUTO A LA JUSTICIA
  
El vate del Hamlet y Lear podría decir con auténtico patetismo, que entre los malos aires de sentina,  más que a podrido todo huele a pública letrina. En efecto, los hechos que siguen conmoviendo a los pobladores de carne y hueso —no a la “gente” abstracta de las encuestas electorales amañadas— vienen envueltos en la hediondez de los escusados al paso. Así, mientras estalla el experimento marxista en Jujuy, acaba de hacerse público que un ministro de la excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, posee varios “apartamientos de tolerancia” —como antaño se decía— donde se tolera alegremente el triste comercio, enaltecido en modo acorde con el Decreto Antidiscriminatorio Nº 1086/05 suscripto por Néstor Kirchner.
  
Ayer nomás, por TV, una trabajadora del catre, discutía sobre el caso a cara descubierta y desafiante, con una diputada: “Ustedes qué saben y qué hacen, hay que tener el coraje de andar en camioneta por las encrucijadas en horas de la madrugada…” Así de corriente, honorable y benéfica —gracias a la revolución cultural— se está transformando la “profesión”, que antes adornaba el peor insulto a supuestos hijos. En fin, el revuelo desatado, involucra al alto juez en la denuncia de una red de prostíbulos que funcionan en numerosas propiedades de su pertenencia; con obvias conexiones de la rufianería, el turismo sexual, el tráfico de menores y la trata de blancas.
  
Es importante precisar que según lo conocido, ya en diciembre de 2009 se había puesto en conocimiento de la Procuración General de la Nación una extensa nómina de locales por el estilo, con sospecha de albergar la prostitución, proporcionando una pista sobre el escándalo que ha hecho eclosión ahora. Paradójicamente en el preciso momento de concertarse un convenio para combatir la trata de personas con fines de explotación sexual, entre el Ministerio de Justicia y la Corte Suprema de Justicia. Sitial éste, que parecería no ponderar las gravísimas circunstancias, al afirmar su Presidente “que no hay ningún cuestionamiento” a la conducta del ministro implicado sobre su función; remarcándose que el episodio tiene carácter “personal” (“La Nación”, 4 de agosto de 2011).
  
Por su parte, el magistrado responsable de los pabellones cuestionados, como propietario, alegó ignorar lo que ocurre en ellos por estar en manos de una administración; pese a la notable resonancia de las turbias actividades denunciadas. Finalmente, no faltan observadores que imaginan la sorpresa que todo esto producirá en los ámbitos internacionales, frente a la pretensión de someter a la justicia local, en este estado, a funcionarios públicos del extranjero.
  
CHORRAS DE LA PLAZA,
EL PUEBLO LAS RECHAZA
  
De cualquier modo, es innegable que el escándalo burdelesco ensombrece a la más alta y digna jerarquía judicial —gracias al empeño del promotor histórico del ministro— con el desencanto sumado al colosal affaire de la Fundación Plaza de Mayo. A propósito, pocas escenas pudieron desnudar con tanto patetismo la fantasía de las conquistas sociales, como el reclamo airado —en plena Plaza de Mayo— contra las chorras del espacio homónimo…
  
Pero el fenómeno más llamativo, es la cobertura ignífuga del blasón que protege a las favorecidas con pañuelo blanco. ¡Hay que ver los firuletes de sesudos especialistas para preservarles la indemnidad! empezando por caerle exclusivamente al inimputable parricida condenado y libre. Bueno, el ministro de Economía ha calificado el “caso Schoklender” como una pavada… Jamás una sombra sobre las intocables, cualesquiera sean los síntomas de holgura; de deslumbramiento frente a caudales inocultos, paseos en aviones o yates.
  
Y por el mismo sendero, la investigación judicial que no atina a averiguar al menos si hay patrimonios acrecidos a través de “desvíos de fondos” en perjuicio de los despreciables pobres de solemnidad, víctimas del Modelo. ¡Pero qué decir, de la abuela humanitaria! Abortista confesa. Es decir impulsora de asesinatos prenatales a manos de concretos progenitores y ávida de ADNs para husmear progenitores hipotéticos. Pero ello pertenece a otro capítulo.
  
¿NO ERA QUE NO HABÍA
QUE HACERSE LOS RULOS?
  
Mientras paseaba por Bonn (Alemania), la señora Estela Carlotto se deslindó del “caso Schocklender” remarcando su genuina condición: “barro la vereda y me pongo ruleros”, dijo. Así lo recogió “La Nación” (del 24 de junio de 2011) y el impacto desploma.
  
Esta vez la noticia me encuentra frente al retrato de mi bisabuela, que me miraba con sus bellísimos ojos —lujo de sus descendientes— bondadosos y profundos. Como diciendo con tonillo cordobés: “¡Pero m’hijito!… me parece que no entiendes un alpiste… ¿No sabes que en los años ‘70, aquella señora en un cumpleaños de su amiga, hermana del general Bignone, se mostró afligidísima porque «su hija casada no podía tener familia»?” Se refería a Laura Estela —terrorista asesina por la espalda— cuya desaparición denunció a fines de 1977 sin mencionar ningún estado de embarazo. Así consta en el Legajo CONADEP, caso número 2085, incorporado al expediente judicial. “Mira muchacho (mi bisabuela me habla desde las alturas del siglo XIX, gracias al pincel magistral de Genaro Pérez) nunca olvides el precioso auxilio de la heráldica y la etimología. No son meras diversiones. La humanitaria trotamundos está enviando a sus huestes un mensaje fácil de descifrar, aun sin experiencia heráldica. El rulero es obviamente un instrumento para hacer rulos. Vale decir para fabricar robustos bolazos que se echan a rodar fácilmente y todos los creen a pie juntillas. (Es verdad también su aplicación marcando la melena, pero ¿para qué? teniendo el coiffeur al instante). No lo olvides, consulta aunque sea el diccionario”.
  
LA TRAGEDIA JUJEÑA
  
Mas ahora ha venido a distraer la atención un acontecimiento tremendo, vinculado con el “modelo K” y sus millones de víctimas carecientes de vivienda. Un déficit habitacional que les vino de perillas a dirigentes sociales de la talla de Milagro Sala, entre paseos por la Capital Federal o Punta del Este, a quien el gobernador de Jujuy le implora ayuda, reconociendo oficialmente el estatus legal de su organización paramilitar.
  
Desde luego lo ocurrido también aprovecha a la Corriente Clasista y Combativa, cuya ideología así expresada por su nombre, es compatible con la elegancia de su elegante directivo, luciendo en la lid por televisión, su impecable campera de gamuza y el reluciente reloj de la enhorabuena.
  
El espectacular suceso ha culminado en la masiva usurpación de tierras en Jujuy, cuyo desalojo inicial produjo un saldo de muertos y heridos, junto al indefectible desprestigio de la policía actuante y del juez oficiante. Éxito total de la moderna táctica insurreccional que sustituye las viejas estrategias por la “guerra social”; tal como fuera acordado en el congreso internacional de la Universidad de Manta, Ecuador, por el año 2002. Donde estuvieron representantes de las Madres de Plaza de Mayo, del Partido Comunista Revolucionario (PCR), de la susodicha Corriente Clasista y Combativa (CCC), del Movimiento Sin Techo y de grupos barriales; junto a enviados del Movimiento Sin Tierra (MST) y del Partido de los Trabajadores (PT), ambos de Brasil; de guerrilleros de las FARC de Colombia. Todo ello, seguido y perfeccionado en sucesivos foros por el estilo.
  
El resultado de la tragedia jujeña, a más de las irreparables muertes y dolorosas heridas, ha provocado una masiva ola de usurpaciones  y como broche de oro el reproche a los servidores del orden; además del castigo a la empresa usurpada, expropiándole tierras inmediatamente.
  
No puede pedirse un éxito mayor del derecho al revés, vale decir de la subversión total. Con el habitual desparpajo marxista, de reclamar “propiedades” combatiendo al derecho de propiedad. En tanto el presidente de la Corte Suprema de Justicia se ha manifestado adverso al desalojo de las usurpaciones… por no ser un tema penal sino social, destaca “La Nación” (1 de agosto de 2011); en evidente consonancia con la Presidenta de la República, que en la Villa 31 supo enorgullecerse de su crecimiento sobre los terrenos usurpados. Verdaderamente, todo cierra, empezando o terminando por el delirio y el caos.
  
SE VIENE EL PERROMONIO
  
Por el Decreto 1088/11 (Boletín Oficial del 20 de julio de 2011), la República Argentina pasa a liderar los derechos animales, más allá de la Declaración Universal adoptada por la UNESCO en 1977. Con fundamento en veintidós sólidas consideraciones históricas, morales y jurídicas, queda establecido el “Programa Nacional de Tenencia Responsable y Sanidad de Perros y Gatos”. Propendiendo al mejoramiento de la salud, bienestar, descanso y recreación de dichos animales; y para instaurar soluciones convenientes en situaciones derivadas de la convivencia con seres humanos.
  
Este notable aporte al Derecho animal, seguramente merecerá el beneplácito de las corrientes más conspicuas del progresismo igualador de todos los seres vivientes, sobrepasando la odiosa discriminación por la racionalidad. La norma es tan completa que contempla incluso los excesos reproductivos, mediante la “prevención” como método idóneo; descontando, acaso por obvio, el derecho al aborto de tantas perritas y gatitas abusadas; así como las píldoras ad hoc.  Cabe esperar el perfeccionamiento, siempre posible.
  
Lo que no cabe dudar es la sana envidia de tantos jubilados —como consta fehacientemente— que no poseen los mencionados beneficios de bienestar descanso y recreación para los perros y gatos; armónicamente hermanados gracias al delicioso decreto de Cristina Kirchner.
  
CONTÁ CONMIGO
   
Decía el diario “La Nación” del 15 de septiembre de 2007, que “la economía cumplió cinco años de fuerte crecimiento”. Ante lo cual cabía preguntar en qué consistirá el crecimiento. ¿Las villas miseria residenciales? ¿los piquetes oficiales; la liquidación de los hospitales, el auge travesti? ¿El cirujeo en el Centro? ¿El delito de alto nivel? Tanto macaneo parece abusivo. O seguramente se trata del florecimiento inflacionario que acaba de explicar ese mozalbete de jopo en la frente y modelitos top…
  
Pero felizmente “Los ingresos serán más que los gastos”… y “El Banco Mundial buscará bajar la pobreza”, siguió diciendo la noticia. Además, por suerte “los subsidios favorecen más a los ricos que a los pobres”. A todo este optimismo, hay que sumar el estupendo crecimiento de los gastos legislativos —en directa razón con los decretos leyes— como acaba de reflejarlo “La Nación”, refiriéndose a las inmensas erogaciones del Senado. Más las cuantiosas remuneraciones de los veinte mil verdaderos usufructuarios de la Democracia. Para tener una idea de esto último, ya en el año 2001 el mismo diario decía lo siguiente: “El Congreso de la Nación maneja este año un presupuesto de 417 millones de pesos, lo cual significa que cada uno de los 329 diputados y senadores le cuesta al erario 1.267.477 pesos por año, o sea 105.623 pesos mensuales”… “En todo el país, 16.578 personas ejercen cargos electivos e insumen, de acuerdo con el Centro de Estudios Nueva Mayoría, unos 20.000 millones de pesos anuales.  Promedio estimativo: 120.641 pesos cada una”. (Han pasado muchos años, de manera que queda para los buenos calculadores la cantidad de miles y millones que se esfuman… para nada bueno; sumándole siempre los generosos aumentos que los privilegiados se conceden a sí mismos).
  
Se pueden agregar en estos días, los formidables gastos en los viajes proselitistas por el país y el extranjero. Hoteles de lujo, aviones suntuosos, vestuario ad hoc, alhajas y souvenir, etc., etc. Y todo explica —junto al desastre económico disfrazado por el Indec— el apego de cierta gente a la Democracia. Porque es verdad que con la democracia se vive muy bien, como diría el paladín inconcluso de Chascomús.
         

Juan E. Olmedo
           

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