martes, 6 de septiembre de 2011

Aniversarios

        
EL TRIUNFAL AMANECER
DE LA REVOLUCIÓN
  
  
El 6 de septiembre se cumple un nuevo aniversario de la Revolución del '30. Este desgobierno —que sólo recuerda a Yrigoyen cuándo y cómo le conviene— decidió lanzar en la fecha la señal de los festejos por los mil días de democracia. Nosotros preferimos celebrar 56 años de una promesa restauradora que, finalmente, fue desvirtuada y traicionada por obra y gracia, en gran parte, del masonismo radical imperante.
  
Como testimonio de la vigencia de aquel alzamiento, reproducimos un fragmento de la Proclama inicial, redactada por Don Leopoldo Lugones. Y recordamos, además, aquella coplilla entusiasta que nos regalara Don Federico Ibarguren para que los ánimos no se dobleguen jamás:
  
“Ya hallaremos la ocasión
—que será la verdadera—
haciendo lo que se pueda
por otra Revolución”.

  
  
“La inercia y la corrupción administrativa, la ausencia de justicia, la anarquía universitaria, la improvisación y el despilfarro en materia económica y financiera, el favoritismo deprimente como sistema burocrático, la politiquería como sistema primordial de gobierno, la acción destructora y denigrante en el Ejército y en la Armada, el descrédito internacional logrado por la jactancia en el desprecio por las leyes y por las actitudes de una incultura agresiva, la exaltación de lo subalterno, el abuso, el atropello, el fraude, el latrocinio y el crimen, son apenas un pálido reflejo de lo que ha tenido que soportar el país”.
  
(Tomado de “Cabildo” nº 104, septiembre de 1986, año XI, segunda época)
  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La proclama escrita por Lugones en 1930, es decir hace 81 años, parece tener la tinta fresca.

Podría ser escrito hoy pues los padecimientos de la Patria son los mismos a los enumerados por el eximio poeta.

Lamentablemente no tenemos mas a Lugones y tampoco al general Uriburu. Y lo que es peor no tenemos siquiera generales.

Porque los que lo son están cargados de años y cadenas en injusta prisión. Y los que pretenden serlo, los que abandonaron a sus antiguos superiores y camaradas, son simples celestinas, amancebadores de tristes personajes que tiene una profunda patología de identidad sexual. Solo sirven para padrinos de cualquier aberrante y sodomítica coyunda.
Fernando José Ares

Memoria dijo...

Muy buen recuerdo. Hacía rato que no leía algo referente al 6 de Septiembre, malogrado por todos aquellos que se acobardaron cuando Uriburu en un instante de lucidez quiso hacer una revolución nacionalista en serio. En la soledad más completa, en la total incomprensión de quienes le rodeaban, en la enfermedad que lo llevó a la tumba, en todo se mostró como un General patriota, pero patriota de verdad, no de aquellos que tanto han abundado en este país. Dios lo tenga en la Gloria.