viernes, 9 de julio de 2010

Castrenses

BOCHORNOSO ESCÁNDALO EN EL EJÉRCITO

Contando sus proezas en un boliche

un guapo que de grupo se hizo cartel,
a giles engrupía pa' chupar de ojo
con famosas hazañas que no eran de él.
Conocedor de frases y de modales
de la jerga fulera del arrabal
les contaba combates fenomenales
en que siempre jugaba rol principal.
(Raúl Barboza - “As de Cartón”)

El hijo de los montoneros marxistas, Alfredo Forti y Nélida Azucena Sosa de Forti, Alfredo Forti, Secretario de Estado de Relaciones Internacionales del Ministerio de Aniquilamiento de las FF.AA. e Indefensión Nacional, abusando de su posición y presa del odio y resentimiento que lo embarga, perpetró un grave agravio a las FF.AA. insultando con gruesos epítetos a un
sorprendido grupo de oficiales que no podían comprender que se los citara a concurrir a un seminario para ser ofendidos gratuita y vergonzosamente.

Alfredo Forti ha heredado la prepotencia montonera, la oficia de pesado y matón, hace algún tiempo el gran difusor del mito de los 30.000 desaparecidos. El diario “Clarín” publicó una nota firmada por Natasha Niebieskikwiat donde el “taita” Forti relataba que, empuñando un cuchillo, enfrentó al general Bussi y lo vió cómo “temblaba como una hoja”. ¡Qué historia se perdió Borges, tan aficionado a los relatos de malevos, cuchilleros y compadritos! Claro está que Forti se encuentra a años luz del borgeano Jacinto Chiclana y en estrecha cercanía con el As de Cartón de Barboza.

Sólo en la República Argentina de los Kirchner un sujeto de esta laya, matonesco, pendenciero, perdonavidas que desconoce totalmente el ámbito militar y lo odia y que su único curriculum es ser hijo de dos montoneros marxistas, pueda llegar a ser Secretario de Estado.

La crónica que hace del intolerable hecho, Alexis Di Capo, en el Informador Público, nos dice que presidía el bochorno un general con apellido de jabón, quien presa del ídem, no dijo ni una palabra o sea, de acuerdo con lo del que calla otorga, asentía de esa forma con los vituperios vociferados por Forti en el mejor estilo descuelgacuadros. Por suerte hubo señores oficiales que no se resignaron a ser públicamente escarnecidos y defendieron el honor de sus uniformes.

En estos oficiales que, como dijera el general Fasola Castaño en su prólogo a “Escipión, el Africano”, de Lidell Hart, tienen sus pies sobre la tierra “pero con la mirada en las estrellas, el espíritu en la gloria y el corazón en la Patria”, está el futuro de las Fuerzas Armadas Argentinas y el sostén de la defensa nacional. ¡Benditos sean!

Fernando José Ares


Informador Público
06.07.2010 | Fuerzas Armadas | Por: Alexis Di Capo

Escándalo entre un alto funcionario de Defensa
y un grupo de oficiales

El Secretario de Asuntos Exteriores de Defensa, Alfredo Forti,
insultó a los militares presentes en un seminario y generó diversas reacciones.


Por Alexis Di Capo para el Informador Público

Dos semanas atrás, se realizó un seminario organizado por el Ministerio de Defensa, con el objetivo de bajarles líneas políticas a los cuadros militares. Estaban presentes un centenar de oficiales de distinta graduación (tenientes hasta mayores) cuando expuso uno de los principales operadores de la Ministra Nilda Garré, el Secretario de Asuntos Exteriores de Defensa, Alfredo Forti. Sorpresivamente, el joven funcionario se dedicó a agraviar a los oficiales presentes, empezando por tratarlos de maleducados para luego pasar a calificativos más gruesos. El oficial de mayor grado presente era el Jefe del Comando de Educación y Doctrina, General Gustavo Lux, quien, mientras aumentaba la indignación de sus subordinados, se hacía el distraído, negándose a intervenir. Sorprendidos por la falta de reacción de Lux, luego de la reunión, los jóvenes oficiales hicieron conocer su indignación siguiendo la vía jerárquica. Exigían una retractación justa por parte de Forti.

Casinos agitados

Las quejas escalaron hasta el Jefe de Estado Mayor, general Luis Pozzi, quien habría manifestado la inquietud a la Ministro. La displicente respuesta de Garré habría sido “está bien, ya pasó”. Esta actitud habría resultado indigerible para los oficiales afectados por el destrato del funcionario kirchnerista. El planteo de los agraviados fue que estaban siendo víctimas de una venganza terrorista, en referencia a la trayectoria del padre de Forti en la guerrilla. Remarcaron además la condición de “ahuévidos” (en el argot militar: falta de valor) de sus superiores.

La efervescencia causada por el episodio trajo también otras repercusiones en el ámbito de los casinos de oficiales. Allí hubo reuniones en las que se destacó el valor de varios oficiales que, dos años atrás, concurrieron de uniforme a un acto de homenaje a las víctimas del terrorismo realizado en Plaza San Martín, siendo echados del Ejército por esa razón. Todo esto contrastándolo con Lux y otros generales que, según los jóvenes oficiales, “se bancan todo para no perder el Megane y el jornal, o por miedo a alguna carpeta”.

1 comentario:

Anibal 9 dijo...

todo es culpa nuestra , parece que algunos se olvidaron lo que aprendieron en el CMN , ellos estan siendo coherentes , pero solo haran lo que les dejemos que hagan ,para llorar estan las nenas ,no los hombres