miércoles, 12 de agosto de 2009

Poesía que promete


12 DE AGOSTO

Hoy la ciudad acampa en su ribera,
el viento del sudeste empuja al río,
trazando orillas que no son de agua.

Albión está encallada en un estuario
que la cartografía de los mares
da por perdido al sur, ignoto y frío.

Sopla el invierno su canción helada,
rastro del mediodía, racha dura,
aire que no perdona al forastero.

Hoy es el día en la ciudad signada.

Bofarrul arengaba a los Miñones,
Juan Gutiérrez plegaba su velamen,
el polvorín de Alzaga está inquieto
y las anclas del bárbaro navío
yacen hundidas en la tierra infértil.

Los riachos del Tigre o San Isidro,
la Chacarita de los Colegiales,
o en Luján, los Corrales o en Olivos,
donde pasa Liniers todos lo aclaman

El ultimátum ya arribó hasta el Fuerte,
la mirada de Beresford se apaga:
“¿Cómo han llegado allí, de las orillas,
armados de trabucos antañones?
¿Quiénes son estos hombres de a caballo,
de a pie, de a puño limpio,o poncho al brazo?
¿De qué cuartel salen mujeres, chicos,
viejos, caudillos,veteranos, frailes,
en qué Academia las terrazas lanzan
aceite hirviendo, piedras o guijarros?
¿Qué táctica es aquella de facones,
de relinchos,caronas y cabestros?
¿Cuándo enseñó el Liceo entre sus aulas
que una reja es puñal o carabina,
cuándo se vio el repique de badajos
animando el coraje de plegarias?”

A bayoneta y paso de carrera
otra vez Bofarrul se abre camino
entre dos centenares de invasores.
Y Liniers en vanguardia, sable enhiesto,
en las calles, la plaza, la recova,
en el pórtico antiguo del santuario,
multiplicando esfuerzos y victorias.
Tres balas condecoran su uniforme,
él escucha un clamor: “¡avance, avance!”
Su nombre y su destino eran Santiago.

Las murallas del Fuerte por asalto,
el puente levadizo que se tumba,
el mástil rojo y gualda, nuevamente,
desfila la derrota, silenciosa.

Hoy es el día en la ciudad signada,
un día medieval, templario, andante.

Santa María de la Reconquista
se llama desde entonces Buenos Aires.

Antonio Caponnetto

1 comentario:

Fernando José dijo...

Hermosos versos, como todos los del Dr. Antonio Caponnetto.

Este canto a la Reconquista, que es también un canto a la Patria, a sus pasadas glorias, al coraje y a la voluntad argentina, es un himno solitario. En estos oscuros tiempos casi nadie se acuerda de aquella Reconquista, de la Gesta de Malvinas y de los piratas ingleses, nuestro enemigo permanente, que siguen ocupando el territorio argentino. Solo los patriotas, como el Dr. Caponnetto, mantienen viva esa llama que es evocación, mirando el pasado, y esperanza, cuando la vista se dirige hacia el futuro.